Enredo

A veces la vida se torna tan aferrada a los sentimientos que me provoca temor.

Son tantas las situaciones que convocan un par de lágrimas, que al final de todo no sabes si son parte de tus sentimientos o parte de la vida.

Ahora piensas. Si la vida es una sola, debemos guiarnos por los sentimientos?, por lo que se dice correcto?

Y ahora mi mente está desechada, lanzaste tus palabras y cayeron como cae la leche derramada.

Creo que es tan extremo todo lo que ocurre en el trayecto de la vida, que entro en el dilema de entenderme o mandar a la cresta estos cuestionamientos eternos.

Regálame un poquito de tu respiro, para tomar aquello que quisiéramos fuera cierto.

Quisiera beber de tus labios esa condición casi animal que me atrae directamente y sin pensarlo a tus brazos. Me llena de placeres dulces que hacen brillar mi vida.

Por mucho que no quiera, tú logras retenerme.

Yo solo quería que estrecharas mi mano y camináramos, camináramos, camináramos, fumáramos mil y un cigarros; nos riéramos del pasado y recuperáramos el tiempo perdido.- Tal vez podríamos decirnos esa verdad que aprisiona nuestros corazones. Caminando, tal vez, también podrías cobijarme si es que el frío comenzara a helar mi nariz.-

Y si en verdad todo esto fuera una ilusión, al final me reiría. Porque, ¿Para qué entristecerme? He sufrido bastante como para sumarle una tontera. Porque al fin de todo, es un detalle, de esos detalles que alegran tu vida…pero detalles.

Pero como aún no tengo certeza de nada, seguiré nadando en medio de este mar de dulzura.